miércoles, 21 de julio de 2010

Pesadilla

"Mis ojos se abrieron de forma súbita, en mi interior esa sensación de ahogo no desapareció, el sonido exacto del despertador dilatado en mis pupilas atónitas y llenas de agonía.
Mi corazón reventaba en mi pecho y mi mente colapsaba de terror, si no hubiese sido algo tan horrible no estaría a las siete de la mañana escribiendo esto...
Algo tan real, que atrapó mis pensamientos, lo recuerdo tan bien...
Recuerdo el escenario, esa casa vieja en donde comienzan mis dolorosas heridas de antaño y el...lo recuerdo a el, son sus vestimentas de obsidiana, su sonrisa endemoniada y sus ojos negros como el azabache, ¿En que momento ese ente que solo formaba parte de mi imaginación torcida se volvió en esencia?
Recuerdo haber despertado en mi vieja cama, en mi vieja habitación, podia ver la enorme ventana que daba a la calle a mi costado, era de noche...como siempre...
sueños en sepia...
Me encontraba confundida, ¿Que hacia en esa casa de años atras? Yo no regresaría de ninguna manera! ¿a que? ¿A levantar los retazos de un fantoche que intentaba ser feliz? Oh pero la mente de un artista es engañosa!
Lo percibo si...
Una pesadilla tan doliente
Levanté mi cuerpo de esa cama, con la confusión aun presente, recuerdo a alguien que me detuvo, recuerdo...la desesperación en mi alma.
-¿Que sucedió?-
Exclamé temblando, y tengo grabada en la mente como una maquina el hecho de que yo llevaba puesta una bata blanca...
-Un accidente, en el auto, el vehiculo terminó destrozado, perdiste la conciencia y algo te atravesó la cabeza-
Esa persona sonreía.
Me hice hacia atras sintiendo que flaqueaba, me miré las manos, tenia heridas que antes no estaban y luego algo cálido se escurrió en mi rostro, recuerdo haber vuelto mi mirada hacia un colosal espejo y haber visto a la perfección las delgadas hebras de sangre que se deslizaban por mi frente... y mi cabello...adquiriendo un tono carmesí.
Un grito se ahogó en mi garganta y corrí fuera de esa habitación, vi la noche asomarse, esa casa, esa vieja casa, tenía una abertura enorme en donde podias percibir como un óleo la muerte del día sucumbiendo a la obscuridad falsa de la noche.
Y allí estaba, me giré despacio, vi la mesa...todo estaba igual a mis recuerdos dolientes, todo igual a mi pasado. Las cosas perfectamente acomodadas como si fuese una enorme casa de muñecas.
Habian tres personas en la mesa, mi padre, mi madre y ese sujeto de piel de márfil,con esa sonrisa.El cabello negro le caía en la cara ¿Cómo es que se habia vuelto tan real?
Mi cuerpo seguia temblando y sentia una oleada de angustia sacudir mis pensamientos, me acerqué rápido a mi madre, podia percibir como fuego la sangre escurrirse en mi rostro, temia tocarme por que pensaba que dolería...
-Me voy a morir...-
Dije con el semblante adormilado ante los ojos serenos de mi madre, una frase que nisiquiera habia pensado esbozar de mis labios.
Me dejé caer sobre mis rodillas y lloré, mis nuevos recuerdos se destruian frente a mi ojos y sentia como de forma lenta me congelaba...de nuevo.
-No voy a verle...-
exclamé con terror y mi voz se partió por la mitad, Esa debilidad de no poder hablar que me destroza.
Y veia las piezas de mi nueva vida arder en un umbral de llamaradas. Mi madre extendió su mano y me acarició la mejilla.
-Cariño no digas eso-
Y sonrió.
Pero tenía toda la cabeza con brotes de sangre ¡¿Como no hiba a decirlo?!
Me levanté con el corazón a punto de explotar y al girar, me encontré con el, esta vez no lo vi a sus ojos de veneno negro, pero claro que le distinguía, su ropa osbcura que asemejaba una camisa de fuerza, sus pantalones de cuero negro y sus botas del mismo color.
Tan solo un abrazo suyo bastó para hacerme gritar con pesar, lo empujé y corrí, corrí encerrandome en aquel pequeño baño de azulejo blanco, me quite la bata con desesperación y giré la llave de la regadera.
-No es cierto...no es cierto-
decía una y otra vez viendo como el liquido carmesí escurria por mi piel hasta la coladera.De pronto...la luz del baño se apagó, el estaba siguiendome.
Salí del baño jalando la bata tras de mi y poniendomela mientras trataba de correr sin caerme. Pero el fuerte impacto de chocar contra el cuerpo de mi padre me frenó.
-Debemos llevarla-
dijo el sujetandome de los brazos
-Si, hay que llevarla-
mi madre me tomó el rostro con ambas manos.
-¿Llevarme? ¿A dónde? NO!!!-
Sacudí mi cuerpo tratando de hacer que me soltaran.
-Tan solo van a costurarte, aunque...si la herida es muy profunda te va a doler mucho-
Mi padre acercó sus manos a mi cabeza y sentí esas horribles ganas de vomitar, la misma sensación que tengo cuando el pasado regresa.
-No!! sueltame!! sueltenme!!-
gritaba viendo como la sangre caia con brotes de lluvia sobre la bata blanca.
Sentí que moria...
Mi madre me sujetó con fuerza, mi vista se nublaba, mis ojos agonizaban en llanto y mi voz...se debilitaba.
Oh pero el, estaba de pie mirandome con su hermosa y falsa sonrisa.
Un último grito de negación se disparó de mi boca, me arrebaté de sus brazos y corrí hacia la puerta principal, lloraba, respiraba con agitación.
Desesperación,agonía, tristeza, en una pesadilla de color sepia.
Abrí la puerta sin mirar atras y salí.
Seguía siendo de noche.
-no es cierto-
Dije y también sonreí.
Luego el sol asomandose en mi ventana, mis ojos abiertos de par en par, mi corazón precipitado, y mi mente siendo victima de una paranoia...-tan solo una pesadilla...-"

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miércoles, 21 de julio de 2010

Pesadilla

"Mis ojos se abrieron de forma súbita, en mi interior esa sensación de ahogo no desapareció, el sonido exacto del despertador dilatado en mis pupilas atónitas y llenas de agonía.
Mi corazón reventaba en mi pecho y mi mente colapsaba de terror, si no hubiese sido algo tan horrible no estaría a las siete de la mañana escribiendo esto...
Algo tan real, que atrapó mis pensamientos, lo recuerdo tan bien...
Recuerdo el escenario, esa casa vieja en donde comienzan mis dolorosas heridas de antaño y el...lo recuerdo a el, son sus vestimentas de obsidiana, su sonrisa endemoniada y sus ojos negros como el azabache, ¿En que momento ese ente que solo formaba parte de mi imaginación torcida se volvió en esencia?
Recuerdo haber despertado en mi vieja cama, en mi vieja habitación, podia ver la enorme ventana que daba a la calle a mi costado, era de noche...como siempre...
sueños en sepia...
Me encontraba confundida, ¿Que hacia en esa casa de años atras? Yo no regresaría de ninguna manera! ¿a que? ¿A levantar los retazos de un fantoche que intentaba ser feliz? Oh pero la mente de un artista es engañosa!
Lo percibo si...
Una pesadilla tan doliente
Levanté mi cuerpo de esa cama, con la confusión aun presente, recuerdo a alguien que me detuvo, recuerdo...la desesperación en mi alma.
-¿Que sucedió?-
Exclamé temblando, y tengo grabada en la mente como una maquina el hecho de que yo llevaba puesta una bata blanca...
-Un accidente, en el auto, el vehiculo terminó destrozado, perdiste la conciencia y algo te atravesó la cabeza-
Esa persona sonreía.
Me hice hacia atras sintiendo que flaqueaba, me miré las manos, tenia heridas que antes no estaban y luego algo cálido se escurrió en mi rostro, recuerdo haber vuelto mi mirada hacia un colosal espejo y haber visto a la perfección las delgadas hebras de sangre que se deslizaban por mi frente... y mi cabello...adquiriendo un tono carmesí.
Un grito se ahogó en mi garganta y corrí fuera de esa habitación, vi la noche asomarse, esa casa, esa vieja casa, tenía una abertura enorme en donde podias percibir como un óleo la muerte del día sucumbiendo a la obscuridad falsa de la noche.
Y allí estaba, me giré despacio, vi la mesa...todo estaba igual a mis recuerdos dolientes, todo igual a mi pasado. Las cosas perfectamente acomodadas como si fuese una enorme casa de muñecas.
Habian tres personas en la mesa, mi padre, mi madre y ese sujeto de piel de márfil,con esa sonrisa.El cabello negro le caía en la cara ¿Cómo es que se habia vuelto tan real?
Mi cuerpo seguia temblando y sentia una oleada de angustia sacudir mis pensamientos, me acerqué rápido a mi madre, podia percibir como fuego la sangre escurrirse en mi rostro, temia tocarme por que pensaba que dolería...
-Me voy a morir...-
Dije con el semblante adormilado ante los ojos serenos de mi madre, una frase que nisiquiera habia pensado esbozar de mis labios.
Me dejé caer sobre mis rodillas y lloré, mis nuevos recuerdos se destruian frente a mi ojos y sentia como de forma lenta me congelaba...de nuevo.
-No voy a verle...-
exclamé con terror y mi voz se partió por la mitad, Esa debilidad de no poder hablar que me destroza.
Y veia las piezas de mi nueva vida arder en un umbral de llamaradas. Mi madre extendió su mano y me acarició la mejilla.
-Cariño no digas eso-
Y sonrió.
Pero tenía toda la cabeza con brotes de sangre ¡¿Como no hiba a decirlo?!
Me levanté con el corazón a punto de explotar y al girar, me encontré con el, esta vez no lo vi a sus ojos de veneno negro, pero claro que le distinguía, su ropa osbcura que asemejaba una camisa de fuerza, sus pantalones de cuero negro y sus botas del mismo color.
Tan solo un abrazo suyo bastó para hacerme gritar con pesar, lo empujé y corrí, corrí encerrandome en aquel pequeño baño de azulejo blanco, me quite la bata con desesperación y giré la llave de la regadera.
-No es cierto...no es cierto-
decía una y otra vez viendo como el liquido carmesí escurria por mi piel hasta la coladera.De pronto...la luz del baño se apagó, el estaba siguiendome.
Salí del baño jalando la bata tras de mi y poniendomela mientras trataba de correr sin caerme. Pero el fuerte impacto de chocar contra el cuerpo de mi padre me frenó.
-Debemos llevarla-
dijo el sujetandome de los brazos
-Si, hay que llevarla-
mi madre me tomó el rostro con ambas manos.
-¿Llevarme? ¿A dónde? NO!!!-
Sacudí mi cuerpo tratando de hacer que me soltaran.
-Tan solo van a costurarte, aunque...si la herida es muy profunda te va a doler mucho-
Mi padre acercó sus manos a mi cabeza y sentí esas horribles ganas de vomitar, la misma sensación que tengo cuando el pasado regresa.
-No!! sueltame!! sueltenme!!-
gritaba viendo como la sangre caia con brotes de lluvia sobre la bata blanca.
Sentí que moria...
Mi madre me sujetó con fuerza, mi vista se nublaba, mis ojos agonizaban en llanto y mi voz...se debilitaba.
Oh pero el, estaba de pie mirandome con su hermosa y falsa sonrisa.
Un último grito de negación se disparó de mi boca, me arrebaté de sus brazos y corrí hacia la puerta principal, lloraba, respiraba con agitación.
Desesperación,agonía, tristeza, en una pesadilla de color sepia.
Abrí la puerta sin mirar atras y salí.
Seguía siendo de noche.
-no es cierto-
Dije y también sonreí.
Luego el sol asomandose en mi ventana, mis ojos abiertos de par en par, mi corazón precipitado, y mi mente siendo victima de una paranoia...-tan solo una pesadilla...-"

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