lunes, 21 de junio de 2010

"Ella conoce el dolor" Crónica Número 1

Sucedió hace mucho tiempo,si,hace ya bastante tiempo...(sonrisa) Oh lo recuerdo tan bien!.Ella era pequeña y tan hermosa (acomoda su cabello negro tras su oreja,la sonrisa continua dibujada en su rostro de márfil).
La recuerdo bien,esos ojos acanelados y enormes, ese rostro tan dulce, esos labios tan suaves...
Oh ella! y su cuerpo pequeño,ella y su piel,esa piel de maravilloso color (se dilatan sus pupilas azabaches).La conoci hace bastante tiempo, cuando el destino me envió por ella.Se encontraba en esa fria jaula, a mitad de un desierto de arena negra (cierra los ojos y suspira).
Me quedé sentado a unos metros,observandola...solía pensar que era ordinaria,Oh pero que equivocado estaba!.
El destino no es estúpido.
La observé noche tras noche, estaba encerrada en esa vacia jaula.
Era tan hermosa, tan hermosa como ninguna, pero era ingenua, tan ingenua e inocente.
Esos enormes ojos de maple no distinguían su realidad.
Su belleza era misteriosa (suspira de nuevo y lleva su mano a su pecho) y era opacada...opacada por esas horribles heridas abiertas y expectantes! En toda esa preciosa piel (empuña su mano con un semblante doliente).
Me acerqué más, y pude respirar su aroma, ese atractivo aroma silvestre.Su cuerpo desprendía un calor pasional, ella era tan hermosa, y tan cálida...
Oh pero esas feas heridas! emanaban un sabor amargo...
Embelezado por tal ser humano me aproximé hasta la puerta de su jaula, su mirada siempre distante e inocente.Esos ojos que tanto adoraba se volvieron hacia mi, Oh su expresión tan tierna! Aún la recuerdo tanto (sonríe con nostalgia), me observó con una linda sonrisa...
-¿Quien eres?¿Has venido a verme? A ellos les gusta verme!-
No entendía a que se refería, pero el dulce tono de su voz me hizo tragar fuerte.
-¿A quienes?-
Pregunté correspondiendo a su sonrisa, ella levantó uno de sus brazos heridos y señaló
-A ellos-
Me giré para saber.
Era una multitud, la veían cómo si...esperaran algo de ella, cómo si fuera la función especial de un circo (Frunce el ceño)
-¿Pequeña que haces dentro de esa jaula?-
Le pregunté agachandome un poco para verla bien, ella era tan exquisita!.
-¿eh? Ellos dicen que aquí estaré bien!-
Me sonrió con tanta ingenuidad, Oh pero que pura era! su pequeña y adorable mente estaba sumida en una función de mascaras y sátira.
Pero sus ojos, Oh si...esos ojos tan bellos, habian visto más de lo que debían.
-Hermosa niña...¿Es que no te das cuenta?-
Pregunté acariciando sus labios con mi pulgar (se pasa los dedos entre los labios entreabiertos).
-¿De que?-
Cuestionó con sutileza, parecía atenta y curiosa, cómo un pequeño felino.
-¿Es acaso que no ves esos feos estigmas en toda tu piel?-
Atravese la jaula y me senté frente a ella, totalmente deleitado por el calor de su piel. Tomé su rostro con mis manos, una descarga me recorrió la espalda, ella dió un pequeño salto.
-Estas helado...-
dijo preocupada.
-Y tu estas tan cálida...-
Acerqué mi rostro al suyo y respiré su aliento, ella se agitó, y luego en una acción súbita volví su rostro hacia su cuerpo, esa expresión tan dulce que tenía se desvaneció...cuando esas pupilas se contrajeron, su cuerpo empezó a temblar de terror y su respiración se entrecortó, el extasis se escurrió por toda mi piel al verla tan indefensa y al sentir el fuerte látido de su corazón, mi expresión se volvió endemoniada, quería reir...
Sus lágrimas se anidaron en mis manos quería deleitarme con ella...
-Duelen...duelen demasiado-
Dijo con la voz por la mitad, su pequeño cuerpo no dejaba de temblar.
-Yo puedo salvarte-
Le dije abrazandola, tenerla tan cerca...y sentir el miedo en su interior destrozado,me provocaba placer...
-¿De verdad?-
Pidió aferrandose a mi, le sonreí y sacando de mi bolsillo un carrete con una aguja le expresé su esperanza.
-Voy a enseñarte, a coser esas heridas, dolerá pero va a salvarte-
Me miró atónita, pudo haberse arrepentido...pero ya era tarde...demasiado tarde (su mirada se torna imperante).
La apreté de frente contra mi cuerpo al tiempo que con agilidad ensartaba el hilo en la aguja, y sin soltar su persona comenzé a coser una enorme herida que tenía en la espalda, sus manos apretaban mis hombros y las lágrimas rasgaban como papel sus mejillas,Oh ella se veía tan apetecible!...gimiendo de dolor.
Yo la salvaría, esa era mi oferta, ese era mi trato, pero la pequeña debía pagar por ello.
Besé su pecho agitado términando como una bella melodia la costura, Oh ella era tan pura! y tan hermosa...
-Ahora mi bella niña, me perteneces, exclamé con sadismo apretando las costuras recien hechas, Oh su sangre! su hermosa sangre carmesí!
Me lamí los dedos saboreando su frágil esencia.
-Dijiste que...me salvarías-
-Y eso haré- interrumpí - te enseñaré a costurar esas feas heridas , te enseñaré mi hermosa muñeca, a disfrutar del dolor, te volveras cruel y nada podrá hacerte daño, estaré en ti, y podrás destruir y tener todo aquello que desees, pero este es el precio...-
Cómo un estallido atravesé su pecho tomando con mi mano su corazon ardiendo.
Ella gritaba pero se veia hermosa...
Ella lloraba pero se veia hermosa...
Ella suplicaba pero se veia hermosa...
Saqué su corazón inservible y puro y lo destrozé aplastandolo entre mis dedos, frente a sus preciosos ojos de maple.
Un último grito se ahogó en su garganta. Le besé los labios disfrutando por última vez su cálido ser, y luego...nos hicimos uno.
Oh si la recuerdo bien! A mi adorada muñeca (Abre los ojos de forma súbita y mira la palma de su mano marmolea) le ha nacido un nuevo corazón me ha dicho... y me ha alejado y asesinado noche tras noche.
Oh mi hermossa muñeca,¿Algún día habras de regresar? O tendré que buscarte y adueñarme nuevamente de ti, Oh pero aún sientes...el sabor exquisito del dolor,¿no es asi?.

lunes, 21 de junio de 2010

"Ella conoce el dolor" Crónica Número 1

Sucedió hace mucho tiempo,si,hace ya bastante tiempo...(sonrisa) Oh lo recuerdo tan bien!.Ella era pequeña y tan hermosa (acomoda su cabello negro tras su oreja,la sonrisa continua dibujada en su rostro de márfil).
La recuerdo bien,esos ojos acanelados y enormes, ese rostro tan dulce, esos labios tan suaves...
Oh ella! y su cuerpo pequeño,ella y su piel,esa piel de maravilloso color (se dilatan sus pupilas azabaches).La conoci hace bastante tiempo, cuando el destino me envió por ella.Se encontraba en esa fria jaula, a mitad de un desierto de arena negra (cierra los ojos y suspira).
Me quedé sentado a unos metros,observandola...solía pensar que era ordinaria,Oh pero que equivocado estaba!.
El destino no es estúpido.
La observé noche tras noche, estaba encerrada en esa vacia jaula.
Era tan hermosa, tan hermosa como ninguna, pero era ingenua, tan ingenua e inocente.
Esos enormes ojos de maple no distinguían su realidad.
Su belleza era misteriosa (suspira de nuevo y lleva su mano a su pecho) y era opacada...opacada por esas horribles heridas abiertas y expectantes! En toda esa preciosa piel (empuña su mano con un semblante doliente).
Me acerqué más, y pude respirar su aroma, ese atractivo aroma silvestre.Su cuerpo desprendía un calor pasional, ella era tan hermosa, y tan cálida...
Oh pero esas feas heridas! emanaban un sabor amargo...
Embelezado por tal ser humano me aproximé hasta la puerta de su jaula, su mirada siempre distante e inocente.Esos ojos que tanto adoraba se volvieron hacia mi, Oh su expresión tan tierna! Aún la recuerdo tanto (sonríe con nostalgia), me observó con una linda sonrisa...
-¿Quien eres?¿Has venido a verme? A ellos les gusta verme!-
No entendía a que se refería, pero el dulce tono de su voz me hizo tragar fuerte.
-¿A quienes?-
Pregunté correspondiendo a su sonrisa, ella levantó uno de sus brazos heridos y señaló
-A ellos-
Me giré para saber.
Era una multitud, la veían cómo si...esperaran algo de ella, cómo si fuera la función especial de un circo (Frunce el ceño)
-¿Pequeña que haces dentro de esa jaula?-
Le pregunté agachandome un poco para verla bien, ella era tan exquisita!.
-¿eh? Ellos dicen que aquí estaré bien!-
Me sonrió con tanta ingenuidad, Oh pero que pura era! su pequeña y adorable mente estaba sumida en una función de mascaras y sátira.
Pero sus ojos, Oh si...esos ojos tan bellos, habian visto más de lo que debían.
-Hermosa niña...¿Es que no te das cuenta?-
Pregunté acariciando sus labios con mi pulgar (se pasa los dedos entre los labios entreabiertos).
-¿De que?-
Cuestionó con sutileza, parecía atenta y curiosa, cómo un pequeño felino.
-¿Es acaso que no ves esos feos estigmas en toda tu piel?-
Atravese la jaula y me senté frente a ella, totalmente deleitado por el calor de su piel. Tomé su rostro con mis manos, una descarga me recorrió la espalda, ella dió un pequeño salto.
-Estas helado...-
dijo preocupada.
-Y tu estas tan cálida...-
Acerqué mi rostro al suyo y respiré su aliento, ella se agitó, y luego en una acción súbita volví su rostro hacia su cuerpo, esa expresión tan dulce que tenía se desvaneció...cuando esas pupilas se contrajeron, su cuerpo empezó a temblar de terror y su respiración se entrecortó, el extasis se escurrió por toda mi piel al verla tan indefensa y al sentir el fuerte látido de su corazón, mi expresión se volvió endemoniada, quería reir...
Sus lágrimas se anidaron en mis manos quería deleitarme con ella...
-Duelen...duelen demasiado-
Dijo con la voz por la mitad, su pequeño cuerpo no dejaba de temblar.
-Yo puedo salvarte-
Le dije abrazandola, tenerla tan cerca...y sentir el miedo en su interior destrozado,me provocaba placer...
-¿De verdad?-
Pidió aferrandose a mi, le sonreí y sacando de mi bolsillo un carrete con una aguja le expresé su esperanza.
-Voy a enseñarte, a coser esas heridas, dolerá pero va a salvarte-
Me miró atónita, pudo haberse arrepentido...pero ya era tarde...demasiado tarde (su mirada se torna imperante).
La apreté de frente contra mi cuerpo al tiempo que con agilidad ensartaba el hilo en la aguja, y sin soltar su persona comenzé a coser una enorme herida que tenía en la espalda, sus manos apretaban mis hombros y las lágrimas rasgaban como papel sus mejillas,Oh ella se veía tan apetecible!...gimiendo de dolor.
Yo la salvaría, esa era mi oferta, ese era mi trato, pero la pequeña debía pagar por ello.
Besé su pecho agitado términando como una bella melodia la costura, Oh ella era tan pura! y tan hermosa...
-Ahora mi bella niña, me perteneces, exclamé con sadismo apretando las costuras recien hechas, Oh su sangre! su hermosa sangre carmesí!
Me lamí los dedos saboreando su frágil esencia.
-Dijiste que...me salvarías-
-Y eso haré- interrumpí - te enseñaré a costurar esas feas heridas , te enseñaré mi hermosa muñeca, a disfrutar del dolor, te volveras cruel y nada podrá hacerte daño, estaré en ti, y podrás destruir y tener todo aquello que desees, pero este es el precio...-
Cómo un estallido atravesé su pecho tomando con mi mano su corazon ardiendo.
Ella gritaba pero se veia hermosa...
Ella lloraba pero se veia hermosa...
Ella suplicaba pero se veia hermosa...
Saqué su corazón inservible y puro y lo destrozé aplastandolo entre mis dedos, frente a sus preciosos ojos de maple.
Un último grito se ahogó en su garganta. Le besé los labios disfrutando por última vez su cálido ser, y luego...nos hicimos uno.
Oh si la recuerdo bien! A mi adorada muñeca (Abre los ojos de forma súbita y mira la palma de su mano marmolea) le ha nacido un nuevo corazón me ha dicho... y me ha alejado y asesinado noche tras noche.
Oh mi hermossa muñeca,¿Algún día habras de regresar? O tendré que buscarte y adueñarme nuevamente de ti, Oh pero aún sientes...el sabor exquisito del dolor,¿no es asi?.